miércoles, 8 de septiembre de 2010

EMPRENDEDOR VS. EMPRESARIO

           Todos hemos sentido en algún momento la punzada, esa chispa, esa idea que se abre paso desde el fondo del cerebro...EUREKA!, y damos con el proyecto definitivo que nos catapultará al éxito seguro. Entonces nos tiramos de cabeza a la piscina, hablamos con gente y empezamos a desarrollar ese proyecto que nos parece tan magnífico. Se lo contamos a todo el undo, iniciamos la empresa...y al cabo de sólo unos meses, nos damos cuenta que todo ha acabado: no hemos contactado con la gente adecuada, los proveedores son caros, tenemos demasiado stock y nos hundimos.
           ¿Qué ha pasado? ¡si la idea era maravillosa! ¡era un proyecto innovador! Todo eso es cierto, pero han fallado dos cosas fundamentales, la planificación y nuestra preparación. Los emprendedores pecamos justamente de eso, no planificamos.
            Debemos hacer un esfuerzo por conocer el terreno donde nos moveremos. Hay que pensar una estratégia comercial, convertirnos en maestros de aquello que queremos desarrollar, ya sea un coche, tema de ventas o el multinivel definitivo.

            Tenemos que crecer como empresarios y emplear la harramienta más útil que tenemos, nuestra agenda.
            Hay varias diferencias entre emprendedor y empresario, pero quizá, la más significativa sea: el emprendedor va siempre por delante y no suele pensar las cosas, se mueve por impulsos. Sin embargo el empresario, tiene todo el día palnificado en su agenda; desde que se levanta hasta que se acuesta sabe perfectamente ada hora lo que tiene que hacer, PLANIFICA

             Planificar es el único modo de no llevarse sorpresas (citas olvidadas, gente descuidada, etc.)
             Recordad, cuando comenzamos una nueva andadura de cualquier tipo:
1º- Hacerse un maestro en la materia, conocer de pe a pa los entresijos del proyecto.
2º- Planificar todas las acciones de modo que no nos llevemos ninguna sorpresa (o por lo menos minimizarlas)

            Sé que al principio será difícil, pero hay que reeducarse, hacer el esfuerzo permanente de mantener una disciplina organizativa, para saber en todo momento donde estás y de esa forma aprovechar al 100% el impulso de la idea primigenia que como emprendedor se abrió paso desde el fondo de tu cerebro.

            Estad seguros que sé de lo que hablo. Os lo digo de corazón y desde mi experiencia. Yo monté una empresa con toda la ilusión del mundo, pedí unos préstamos e inicié una actividad que apenas conocía, sin planificar y con un socio deplorable. Así me fué. No obstante todo ello me enriqueció, no me vine abajo, sino que supe ver mis errores y a partir de ahí he intentado no volver a caer en ellos, a veces con mayor o menor fortuna, pero siempre teniendo en mente estas dos palabras, CONOCER y PLANIFICAR.

            Ya sabéis que podéis contactar conmigo para lo que queráis, tanto para hacerme llegar vuestras inquietudes como sugerencias o críticas constructivas. Nunca dejamos de aprender, hasta el niño más pequeño nos puede enseñar algo. No cerréis vuestra mente a las influencias, nunca se sabe demasiado.



Para complementar este articulo o simplemente ver otro punto de vista os recomiendo que visitéis el blog personal de Carlos Blanco